Mensaje del Obispo de Arecibo, Monseñor Daniel Fernández Torres, con motivo del Día de Acción de Gracias 2019
En este momento en que en Puerto Rico celebramos el Día de Acción de Gracias quisiera recordar la importancia de dar gracias por la protección y los beneficios que recibimos del amor de Dios.
Dice el Salmista: «Oh Dios, ¡qué precioso tu amor! Por eso los hijos de Adán, a las sombras de tu alas se cobijan”. (Salmo36, 8)
El Amor de Dios protege de todo mal. Aún cuando parezca que no nos «protegió» de algún evento inesperado, Dios nunca abandona a ninguno de sus hijos y todo obra para bien a los que Dios ama.
¿Qué significa tener la protección del amor de Dios? Tener la confianza de que nada nos podrá separar de Él.
¡Qué mayor regalo que saber que tenemos un Padre amoroso dispuesto a perdonarnos y a recibirnos siempre que acudimos a sus brazos! ¡Qué mayor regalo que su vida misma, al hacerse presente en medio nuestro en cada Misa, para hacerse uno con nosotros en la comunión!
Demos gracias a Dios por librarnos de todo mal y por protegernos del peor de los males: la esclavitud del pecado. El mayor mal del que nos protege el Amor de Dios es la muerte eterna, pues no hay nada más oscuro que la soledad del alma cuando lleva una vida sin Dios.
¡Corramos hoy a los brazos del Padre Bueno como aquel Hijo Pródigo! ¡Demos gracias a Dios por su Amor!
