Mensaje del Obispo de Arecibo en Día de Nuestra Señora de la Providencia, Patrona de Puerto Rico

Hace 51 años, el Papa Pablo VI nos regaló una Patrona, pero hace ya 2,000 años Jesús nos la había regalado como Madre en la cruz.
La advocación a Nuestra Señora la Virgen María Madre de la Divina Providencia nos recuerda, una vez más, que aún en medio de la Pandemia, también Puerto Rico puede descansar en el regazo de la Virgen María, confiados en que el Dios Providente todo lo dispone para el bien de los que le aman.
Hace 6 años la Diócesis de Arecibo la recibió en su casa con una magna celebración. En el 2020, le hicimos una casa, bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Hoy no llenamos el Coliseo Manuel Petaca Iguina para celebrar a nuestra Madre, pero todos acudimos en silencio para descansar en su regazo.
Así como la madre enseña con paciencia y amor a hablar a sus hijos, esa misma Madre con paciencia nos ha enseñado a rezar el Santo Rosario por la conversión del mundo. Por eso, invito a todos los fieles de la Diócesis de Arecibo a celebrar hoy a nuestra Patrona, la Patrona de todos los puertorriqueños, elevando la mirada al cielo en oración. Ella siempre escucha y lleva nuestras necesidades al buen Jesús. Dispongamos nuestros corazones para hacer lo que Él nos diga, confiados en que su Providencia nunca nos abandonará.
Con mi bendición y felicitación,
- Daniel Fernández Torres
Obispo de Arecibo
(Foto de la Fiesta a la Virgen de la Providencia 2014 /Archivo Buenas Noticias)