Visita la isla el Canciller de Catholic Extension para traer esperanza

Como Canciller de la Organización católica que ha dado apoyo a Puerto Rico durante 115 años y continúa ofreciendo ayuda para la recuperación del huracán María, el Cardenal Blase Cupich de Catholic Extension, realizó una visita pastoral a Puerto Rico.
El Cardenal Cupich fue el primero en ser enviado a Puerto Rico por el Papa Francisco para traer ayuda tras el paso del Huracán María en el 2017.
Durante la conferencia de prensa celebrada hoy en Isla Verde, el Cardenal Blase explicó que estuvo en las 6 diócesis de Puerto Rico en los pasados días, tras mantenerse al tanto durante los 4 años de recuperación y reconstrucción que han seguido al paso de los huracanes Irma y María. Detalló que el proceso de recuperación en Puerto Rico ha sido lento, por lo que están haciendo los esfuerzos con FEMA para que se agilice. Destacó que de las 30 escuelas católicas que sometieron el pedido de ayuda a esta agencia federal, sólo una ha recibido los fondos. Explicó cómo en una de ellas pudo ver en los ojos de un estudiante el sentido de desaliento, al relatar que cuando el huracán pasó él estaba en cuarto grado y que nada ha cambiado desde entonces y ahora está en noveno grado. Dijo que espera que su visita llame la atención sobre ese asunto y añadió sentirse alentado por la respuesta que ha recibido de los funcionarios con los que se ha comunicado, por lo que espera que se agilice el proceso.
“He venido como un pastor. Quiero poner un rostro humano a este problema, porque de eso es de lo que se trata; es el rostro humano de un niño que mira al mundo deseando saber si las cosas van a mejorar”, afirmó.
A preguntas de la prensa, respondió que el Papa Francisco será informado sobre los resultados de la visita a Puerto Rico. Dijo que el Santo Padre se ha mostrado muy interesado en todo lo que pasa en la Isla. Al comparar su visita del 2017 con la de hoy, destacó que sí ha habido una recuperación en parte de las utilidades y la infraestructura comparado con la destrucción inicial. Sin embargo, observó que hay iglesias y escuelas católicas que—ante la falta de ayuda—se encuentran en las mismas condiciones que cuando pasó el huracán. Dijo que es una obligación de los oficiales del gobierno agilizar este proceso y que estarán presionando para que se realice más rápido.
Cabe destacar que más de 1,000 localidades católicas en todo Puerto Rico sufrieron daños significativos tras el paso del huracán.
A través de los años, Catholic Extension ha enviado más de $100 millones en ayuda a la Iglesia en Puerto Rico, incluyendo los fondos destinados a la ayuda a los pobres y a los programas de catequesis y evangelización.